“LEYENDAS DE LA MENTE HUMANA”

“LEYENDAS DE LA MENTE HUMANA
Cualquier parecido con personas
Lugares o cosas, son pura coincidencia.
Son solamente,
Leyendas de la mente humana.
HOJA, Nº 18
En el concepto de las libertades Ernesto y yo teníamos un criterio muy común pero un poco de ciencia ficción, se trata de concebir la libertad en un mundo en que predominaba la igualdad entre todas las cosas, un mundo donde nada valía mas de lo que costaba, que nadie especulaba para hacerse con el dominio de los demás, enseñados para convivir desde la niñez.
Contare la historia que escribimos los dos hace un tiempo, se trata de la formación de los pueblos en sus más primitivos orígenes, una historia basada en que nada tiene que ser más caro de lo que en realidad vale, donde la especulación para hacerse ricos no existe. Era un pueblo con el más estricto concepto de la igualdad y de la convivencia, los niños desde los principios de su existencia solo se dedicaban a jugar y estudiar por orden de la convivencia conjunta,  todo ello con la sabia tutela y control de los ancianos designados para tan sabia selección.
En este pueblo ya se consideraban ancianos y dignos de pertenecer al gobierno y control de la estructura de convivencia a los sesenta y cinco años, a partir de esta edad se entraba a formar parte del consejo de ancianos, este consejo era el que constituía el gobierno del pueblo, esta era según ellos, la verdadera democracia del pueblo, ya que las leyes salían siempre de la experiencia de los ancianos y no de venta de votos y estructuras solo para favorecer a los especuladores, ladrones y seres sin escrúpulos.
Las leyes del consejo de los ancianos siempre salían de las necesidades de convivencia y de igualdad, el consejo de ancianos ya designaban a los jóvenes de la escuela en los lugares y oficios que eran más aptos para los oficios, trabajando siempre en beneficio del colectivo general del pueblo, los que tenían aptitudes para la caza serian cazadores, los que tenían capacidad de estudio estudiarían nuevas formas de convivencia conjunta, los curanderos se dedicarían a curar y aplicar remedios de curación a los necesitados, lo que se dice todos para todos.
Cuando los jóvenes decidían unirse en familia el pueblo se dedicaba a construir su casa donde tendrían de convivir y procrear como marcaban las estructuras de vivencia conjunta.
Bueno, si la vida y la salud me lo permiten yo continuare escribiendo.
                                                                                             Andrés Coll Blas

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