MI LIBRO

UNA HISTORIA IMAGINADA                                               
PROLOGO DE UNA HISTORIA IMAGINADA
HOJA, Nº 1

Este es el relato de unas circunstancias  de las que nadie en el mundo puede evitar  hacerse viejo.
Hacerse viejo es un hecho que siempre lleva consigo una historia, por esto quiero recordar que, todo hombre, toda persona, todo ser humano, tiene una historia que contar, una historia imaginada o verídica.
Hace unos años, cuando me jubilaron me dedique a escribir las cosas que hacia a partir de esta jubilación, una jubilación prematura, por esto es por lo que surgió la idea de escribir un diario de las vivencias de cada día
Luego cuando empecé a escribir me di cuenta que las historias de mi mente surgían voluntarias pero que también formaban parte de mi vida.
En realidad las personas siempre tenemos una historia imaginada que nos hubiera gustado vivir pero que nunca se realizo, son estas historias fantásticas en las que todo sale bien, todo sale a la perfección, son historias solo el hecho de pensarlas ya nos hace felices, luego algo nos distrae y nos hace despertar regresando a la realidad, una realidad que en ocasiones quisiéramos dejar para volver a nuestra realidad imaginada.
En esta tesitura estaba mi encrucijada, escribir si, pero como plantear los relatos conjuntos la realidad diaria y la realidad imaginada, además con la circunstancia real de que yo no se escribir y por muchas historias que tenga en mi mente no las sabré relatar como lo haría un consumado escritor.
Yo vengo de un mundo laboral completamente diferente al intelectual, vengo de un mundo en el que nunca me he plateado como se escriben las cosas para que la gente las entienda.
Yo empecé a trabajar a los 13 años con la única finalidad de que mi aportación salarial ayudara un poco a subsistir después de una guerra tan terrible como injusta, por lo tanto mis verdaderos estudios fueron los materiales de la lucha diaria por la supervivencia.
En realidad he intentado en muchas ocasiones escribir historias, lo que pasa es que luego al leerlas me desanimo y las dejo empezadas, los últimos relatos que tengo empezados, creo recordar que eran de cuando tenia 58 años, ahora tengo 76 y los hechos se repiten como tantos otros de mis intentos, supongo que seguirán el mismo camino del olvido que los anteriores.
Si la vida me lo permite continuare, nos veremos en la página, nº 2
                                                                                      Andreu Coll Blas

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