YO SOY ASI

“LEYENDAS DE LA MENTE HUMANA

Cualquier parecido con personas, lugares o cosas, son pura coincidencia, son solamente, leyendas de la mente humana.
Encontré entre los escritos de mi difunto amigo Ernesto, una carta dirigida a quien le competa, curioso no.
La carta empieza así;
A ti, querida esposa de toda la vida, hemos vivido toda una vida juntos, toda una vida puede ser, un año, diez minutos, o cien años, en este caso me refiero a una vida de cincuenta y cinco años, cincuenta y cinco años juntos sin ser comprendidos sin entendernos, pero juntos hemos cumplido un compromiso de educada convivencia, de respeto conjunto y de una obligada unión, quiero decirte, que entiendo pero no comparto tu comportamiento sexual con migo, porque siempre ha sido por tu parte, como un imperativo legal del matrimonio, pero que nunca as compartido con la plena intensidad del gozo conjunto del orgasmo, siempre me ha dado la sensación de que cumplías el compromiso del matrimonio y siempre te dejaste llevar por este obligado compromiso matrimonial, siempre consideraste pecado todo acto que no fuera la simple penetración habitual de siempre y cualquier propuesta de juego erótico lo desestimabas siempre considerando que aquello era pecado, que horror.
Con esta frialdad sexual he vivido estos cincuenta y cinco años, sin una caricia, sin un te quiero, sin un beso furtivo, sin una iniciativa de motivación por tu parte, si durante un mes o mas no te proponía el sexo nunca fuiste tu la que me motivara, en cada ocasión que me he acercado a ti, siempre as tenido la frase justa para frenar y reducir mi erección y hacerme sentir mal por creer que era un acto sádico i de comportamiento animal incontrolable, todas estas cosas hacían que en muchas ocasiones me masturbara para no molestar tus sentimientos y obligado cumplimiento.
Quizás este comportamiento frío por tu parte, aceleró el hecho de mi falta de erección, se que cuando tienes ciertos años esta facultad se va perdiendo, pero cuando tienes una motivación con caricias y besos, te ayudan para que estos efectos tarden más en aparecer, también se que esto con pastillas especiales se soluciona, pero para que quería una erección si tu considerabas que el disfrutar del cuerpo y de la carne eran pecado.
En algunas ocasiones soñaba que alguien te estaba violando en mi presencia y en sueños yo disfrutaba de este espectáculo mirando tu cara con los ojos abiertos que también me miraban hasta que los dos llegábamos al orgasmo, el tuyo en mi sueño y el mío real, pero producto del sueño que parecía real y que solo me daba cuenta al despertar.
En muchas ocasiones me iba a dormir pensando en reproducir estos sueños pero éstos solo venían de cuando en cuando sin saber porque.
Bien, te he escrito esta carta después de tu muerte, porque creo que si te la hubiera dado en vida, estoy seguro, que no la hubieras entendido, pero ahora en las tinieblas de la muerte y en un mundo donde los vivos no tenemos acceso supongo que lo entenderás.
Estas historias son sacadas de los escritos que heredé de mi difunto amigo Ernesto que en paz descanse.
Yo si la vida me lo permite, seguiré escribiendo estas
Leyendas de la mente humana”.


Comentarios

Entradas populares